Seleccionar página

Distintivo de honor

En este mes de la Herencia Asiático-Estadounidense y de las Islas del Pacífico, Nga Vương-Sandoval celebra su nombre y su trayectoria.

Por Ashley Le
16 de mayo de 2022

 

A female refugee wearing a salmon-colored shawl and a pink face mask looks at the camera, with a few fellow refugees in the background.

Nga Vương-Sandoval habla en 2019 en una marcha de mujeres en Denver, Colorado. ©Buffalo Heart Images/Dave Russell

Distintivo de honor

En este mes de la Herencia Asiático-Estadounidense y de las Islas del Pacífico, Nga Vương-Sandoval celebra su nombre y su trayectoria.

Por Ashley Le

16 de mayo de 2022

Nga Vương-Sandoval habla en 2019 en una marcha de mujeres en Denver, Colorado. © Buffalo Heart Images/Dave Russell

Cuando Nga Vương-Sandoval (pronunciado Na Voong) subió al escenario recientemente para pronunciar su discurso en la Cumbre de Mujeres Audaces que Cambian la Historia en Denver, Colorado, tenía una misión en mente: Destacar la belleza de demostrar compasión y aliento a cualquier persona que se haya visto forzada a huir de su hogar debido a la violencia o la persecución.

“Quería aportar mi experiencia vivida para promover los servicios y la concienciación de las futuras personas recién llegadas”, comentó. “Pero lo más importante es que quería mostrar que ser personas refugiadas no es un distintivo de vergüenza, es un distintivo de honor”.

Al final de su discurso, muchas personas se secaban los ojos mientras ella recibía una prolongada ovación.

“Quería demostrar que ser personas refugiadas no es una insignia de vergüenza; es una insignia de honor”.

Cuando tenía tres años, Nga huyó de Vietnam con su familia. Era el 30 de abril de 1975, el día en que Sài Gòn cayó en manos del ejército norvietnamita. Nga cuenta que era demasiado pequeña para comprender la gravedad de ese momento, pero recuerda vívidamente lo que presenció.

Cuando tenía tres años, Nga huyó de Vietnam con su familia. Era el 30 de abril de 1975, el día en que Sài Gòn cayó en manos del ejército norvietnamita. Nga cuenta que era demasiado pequeña para comprender la gravedad de ese momento, pero recuerda vívidamente lo que presenció.

Nga y su familia formaron parte de las decenas de miles de vietnamitas que huyeron de Vietnam en los últimos días de la guerra. Su huida en busca de seguridad hizo que el presidente estadounidense Gerald Ford firmara la Ley de Asistencia para la Migración y los Refugiados de Indochina de 1975, que concedía a las personas refugiadas un permiso especial para entrar a Estados Unidos y establecía un programa de reasentamiento ad hoc a través de agencias voluntarias y patrocinios privados.

El sucesor de Ford, el Presidente Jimmy Carter, firmó la histórica Ley de Refugiados de 1980, que estableció el programa de reasentamiento de personas refugiadas y el sistema de asilo actuales de Estados Unidos; alineó la definición de “refugiado” de Estados Unidos con la definición reconocida internacionalmente; ordenó el establecimiento de un límite máximo anual de admisiones de personas refugiadas; y exigió consultas anuales entre el Congreso y el Presidente de Estados Unidos.

A Philippino-American man with a long, red woven scarf stands among several stone columns under a blue sky.

Un nuevo comienzo en Estados Unidos

La legislación de 1975 allanó el camino para que Nga y su familia construyeran una nueva vida en Estados Unidos. Después de vivir en dos campamentos de refugiados en Filipinas y Guam, llegaron al estado de Arkansas, en el medio oeste, y más tarde se trasladaron a Colorado, donde Nga empezó la escuela primaria. Tuvo una acogedora profesora de primer grado y estudió mucho. El momento de mayor orgullo para Nga fue cuando recibió el reconocimiento de “Estudiante del Mes”.

Pero Nga pronto se enfrentó a un reto que no pudo resolver. Su nombre, Nga Vương, que significa cisne real en vietnamita, resultó difícil de pronunciar para los angloparlantes estadounidenses. Y como sus nuevos profesores no sabían cómo decir correctamente su nombre, optaron por no llamar a Nga en absoluto durante la clase.

“No me llamaban porque no sabían pronunciar mi nombre”.

«Fue perjudicial para mí, que soy una alumna muy estudiosa, y no me llamaban porque no sabían pronunciar mi nombre”, recordó Nga. » Pasó a lo largo de toda la escuela primaria. Los profesores no tenían la humildad de preguntar y yo no tenía la confianza de corregirlos porque era una niña”.

De adulta, se encuentra con el mismo problema. Una antigua compañera que no podía pronunciar su nombre le pidió a Nga que se cambiara a un nombre en inglés “más fácil”. Nga dice que ha escuchado historias similares de las personas refugiadas y migrantes de todas las etnias, que han tenido que abreviar sus nombres, o cambiar a un nombre que suene estadounidense.

“Por una fracción de segundo, cuando escucho a las personas hacer eso, se me rompe un poco el corazón”, afirmó Nga. “Siento que ya hemos renunciado a tanto. Hemos perdido tanto, y perder una cosa más me rompe el corazón”.

 

Foto: cortesía de Nga Vương-Sandoval

La historia del Mes de la Herencia Asiático-Estadounidense y de las Islas del Pacífico (APPI)

El 7 de mayo de 1843, el primer migrante japonés llegó a Estados Unidos. El 10 de mayo de 1869, se colocó el “Pico de oro” en el estado de Utah, completando el primer ferrocarril transcontinental. Los chinos representaban casi toda la mano de obra del histórico ferrocarril, pero no recibieron ningún reconocimiento.

A Philippino-American man with a long, red woven scarf stands among several stone columns under a blue sky.

Más que un día o mes festivo

A medida que más personas se ven forzadas a huir de la guerra y la persecución, Nga espera que la población estadounidense vaya más allá de la mera comprensión de las diferentes culturas y las acoja realmente en su vida cotidiana, un concepto al que se refiere como “abrazo cultural”.

“No nos incluyan solo durante el Cinco de Mayo y el Año Nuevo Lunar. No nos consideren solo en los días festivos que creen que son festivos”, señaló. “Piensen en nosotros durante los momentos en que realmente toman las decisiones. Téngannos en la mesa de decisiones”.

Nga trabaja como gestora de proyectos de la Junta Consultiva de Refugiados de Estados Unidos en el Congreso de Refugiados y como asesora de migración y diversidad, equidad e inclusión en la firma de abogados 3i. En el poco tiempo libre que tiene, forma parte de varias juntas y comités consultivos que trabajan en temas relacionados con las personas refugiadas y migrantes, y mantiene una apretada agenda de conferencias.

“Todas las personas del mundo se han visto afectadas por el desplazamiento”.

“Creo firmemente en la narración de historias… Creo que es el mecanismo más importante para que las personas cambien de mentalidad, para que cambien ese paradigma anticuado de pensar que ‘ese no es mi problema. Es un problema de otros. No se parecen a mí’”, explicó.

“¿Adivinen qué? Todo el mundo se ha visto afectado por el desplazamiento… ¿Qué nos queda si no tenemos nuestros valores fundamentales de ver la importancia y el valor de otras personas, especialmente cuando más lo necesitan?”.

 

Foto: ACNUR/Ashley Le

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, actúa como ‘guardián’ de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967. Se espera que los Estados cooperen con la organización para garantizar el respeto y la protección de los derechos de las personas refugiadas.

A Laotian-American woman wearing a traditional orange scarf sits behind an office desk next to a computer.

La Casa Blanca llama

Cuando Nga recibió un correo electrónico de la Casa Blanca en mayo de 2021, pensó que era spam. Investigó el correo, basándose en su experiencia en seguridad nacional.

“En 24 horas, estaba frente a un avión de la Fuerza Aérea con la Primera Dama, la Dra. [Jill] Biden, con una misión muy clara de transmitir mi mensaje de aumentar la determinación presidencial”, explicó, refiriéndose al número de personas refugiadas que el presidente autoriza para entrar al país cada año.

Recordó que le comentó a la Primera Dama que la reciente determinación presidencial de 62.500 era un comienzo, pero que tenía que ser mayor porque cada número representaba una vida.

“Creo que es el poder de las personas refugiadas”.

En octubre de 2021, el presidente Biden anunció que Estados Unidos elevaría el tope de admisión de personas refugiadas a 125.000 para el año fiscal 2022.

“Creo que fue un esfuerzo colectivo [que incluyó] a los héroes silenciosos que nunca se ven en primera línea y a quienes no quieren estar en el foco de atención o a las personas que abogan de forma silenciosa”, señaló. “Creo que es el poder de las personas refugiadas”.

 

Foto: cortesía de Nga Vương-Sandoval

A Laotian-American woman wearing a traditional orange scarf sits behind an office desk next to a computer.

Un mural inaugurado

La historia del viaje de las personas refugiadas y el activismo de Nga ha llegado a mucha gente, incluido el artista de Denver Thomas Evans. A finales de 2020, Thomas comenzó a pintar un mural de Nga en el barrio Five Points de Denver.

“Usar el arte callejero como plataforma es importante para mí para contar una historia de quién está aportando el trabajo, cómo es la comunidad”, explicó Thomas a las personas reunidas para ver la inauguración del mural. “Busqué a Nga… nos pusimos a hablar y dije: ‘Definitivamente tengo que pintarte’. Así que para mí fue como si tuviera que contar esa historia de una manera única”.

“Has eliminado con éxito las fronteras”.

El colorido mural está lleno de mensajes de los visitantes.

“Invierte en las personas refugiadas”, indicaba un mensaje.

“Has eliminado con éxito las fronteras. De Vietnam al Líbano”, se leía en otro mensaje firmado por una visitante llamada Natalie.

 

ACNUR/Ashley Le

En enero de 2021, el presidente Joe Biden firmó el “Memorándum de condena y lucha contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia contra los Asiático-Estadounidenses e Isleños del Pacífico en los Estados Unidos” (AAPI, por sus siglas en inglés), quien declaró que “el Gobierno Federal debe reconocer que ha contribuido a fomentar estos sentimientos xenófobos”.

Verse a sí misma en otras personas forzadas a huir

De Siria a Afganistán, de la frontera entre Estados Unidos y México a Ucrania, las crisis humanitarias de la última década han infundido en Nga un sentimiento de urgencia, ya que cada acontecimiento sirve de recordatorio del doloroso viaje que su familia emprendió en su día.

“Me vi reflejada en lo que estaba pasando y vi a mi familia en lo que estaba pasando, y necesitaba hablar. Necesitaba decir algo para demostrar que estamos aquí para ustedes. Queremos apoyarles”, comentó a la audiencia de la cumbre Women Change History.

“No venimos del mismo continente. No hablamos el mismo idioma. Pero entiendo por lo que están pasando y quiero que sepan que voy a luchar para que ustedes y su familia se reúnan, y que alcancen la seguridad de la misma manera que mi familia y yo lo hemos hecho”.

 

Foto: ACNUR/Ashley Le

“Antirracismo significa identificar y oponerse activamente al racismo y a la discriminación racial. Hoy, y todos los días, hago un llamamiento para que todos alcemos la voz contra las políticas, las prácticas y los comportamientos que excluyen”.

Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados

5 cosas a saber sobre el reasentamiento

1

Las personas refugiadas no solicitan el reasentamiento de manera directa.

Es ACNUR quien identifica los casos vulnerables que pueden ser considerados para una solicitud de reasentamiento.

2

El reasentamiento está reservado para las personas refugiadas más vulnerables

Todas las personas refugiadas que se refieren para su reasentamiento deben tener por lo menos una de las siguientes vulnerabilidades:
• necesidades médicas
• mujeres y niñas en riesgo
• niñez en riesgo
• sobrevivientes de violencia o tortura

3

Los países identifican a las personas refugiadas que serán admitidas para su reasentamiento

4

Las personas que hayan cometido delitos graves o que representen un riesgo de seguridad no son elegibles para el estatuto de refugiado ni para su reasentamiento

5

El reasentamiento de las personas refugiadas salva vidas.

Para apoyar nuestra labor con las personas refugiadas, desplazadas y apátridas: