Yemen. Shaker Ali, de 52 años, se sienta frente a lo que solía ser un mercado en Aden. “He vivido aquí por más de 15 años, y ver mi barrio así me molesta y entristece. La guerra nos obligó a irnos y mudarnos. Nos mudamos a la ciudad de Inma’a cuando las cosas se acaloraron y ahora estoy de regreso en mi casa. Extrañamos muchos de los servicios básicos, como la electricidad”.
© ACNUR/Saleh Bahulais

TENDENCIAS GLOBALES
DESPLAZAMIENTO
FORZADO
EN 2020

El año 2020 será recordado como un año sin igual. La pandemia de COVID-19 ha alterado todas las facetas de la vida, provocando millones de muertes en todo el mundo y causando sufrimiento humano, recesión económica, restricciones a la movilidad humana y graves limitaciones en la vida cotidiana.

El desplazamiento crece a pesar de la pandemia

 

Aunque todavía no está claro el impacto total de la pandemia de COVID-19 sobre la migración y el desplazamiento transfronterizos en sentido más amplio a nivel mundial, los datos del ACNUR muestran que las llegadas de nuevas personas refugiadas y solicitantes de asilo se redujeron drásticamente en la mayoría de las regiones (alrededor de 1,5 millones de personas menos de lo que se habría esperado en una situación sin la influencia de la COVID-19), y reflejan la situación de desamparo de muchas de las personas que buscaban protección internacional en 2020.

A pesar de las restricciones de movimiento relacionadas con COVID y las pedidos de la comunidad internacional para un alto el fuego que facilitaría la respuesta COVID-19, el desplazamiento siguió ocurriendo y creciendo. Como consecuencia, actualmente más del 1% de la población mundial, es decir, 1 de cada 95 personas, se encuentra desplazada por la fuerza. En comparación, en 2010 eran 1 de cada 159.

Cifras en un vistazo[/et_pb_text]

84,2 millones
DE PERSONAS DESPLAZADAS POR LA FUERZA EN TODO EL MUNDO

a finales de 2020 como resultado de persecución, conflicto, violencia, violaciones a los derechos humanos o acontecimientos que alteraron gravemente el orden público.

key figures es

Crisis en 2020

 

Durante 2020, varias crisis – algunas nuevas, otras de larga data y otras que resurgen después de años – obligaron a huir a 11,2 millones de personas, en comparación con 11,0 millones en 2019. Esta cifra incluye a las personas desplazadas por primera vez, así como a las personas desplazadas repetidamente, tanto dentro como fuera de las fronteras del país.

 

New displacements 2020

 

Si se consideran únicamente las situaciones de desplazamiento internacional, las personas de nacionalidad siria también encabezaron la lista, con 6,8 millones de personas, seguidas de las de nacionalidad venezolana, con 4,9 millones.[1] Posteriormente, le siguen Afganistán y Sudán del Sur, con 2,8 y 2,2 millones respectivamente.

Turquía acogió el mayor número de personas refugiadas con un poco menos de 4 millones de personas, en su mayoría refugiadas sirias (92%). Le siguió Colombia, que acogió a más de 1,7 millones de personas venezolanas desplazadas. Alemania acogió el tercer mayor número de personas, casi 1,5 millones, entre las cuales aquellas refugiadas y solicitantes de asilo sirias constituyeron los grupos más numerosos (44%). Pakistán y Uganda ocuparon el 4.° y 5.° lugar, con cerca de 1,4 millones de personas cada uno.

© ACNUR/Lucas Novaes

La crisis de COVID-19

Hasta el 24 de mayo de 2021, se ha confirmado que más de 165 millones de personas en todo el mundo han contraído COVID-19 desde que se registró el primer caso en diciembre de 2019. Las personas apátridas o desplazadas por la fuerza se encuentran entre los grupos más afectados de la sociedad, y se enfrentan a una mayor inseguridad alimentaria y económica, así como a dificultades para acceder a los servicios de salud y protección.

© ACNUR/Komma Godfrey Andrugaa

Cambio climático

El cambio climático está también impulsando los desplazamientos e incrementando la vulnerabilidad de aquellas personas ya obligadas a huir. Muchas de ellas viven en las zonas críticas en cuanto al cambio climático, donde suelen carecer de recursos para adaptarse a un entorno cada vez más inhóspito. Las dinámicas de la pobreza, la inseguridad alimentaria, el cambio climático, el conflicto y el desplazamiento están cada vez más interconectados y se refuerzan mutuamente, lo que lleva a un número cada vez mayor de personas a buscar seguridad y protección.

Estadísticas demográficas

 

La niñez se ve particularmente afectada durante las crisis de desplazamiento, especialmente si su desplazamiento se prolonga durante muchos años. Representan el 30% de la población mundial, pero son el 42% del total de las personas desplazadas por la fuerza.

Considerando por región de asilo para personas refugiadas y personas venezolanas desplazadas en el exterior, las tres regiones de África subsahariana se destacan por tener la mayor proporción de niñas y niños refugiados. África occidental y central tienen notablemente más mujeres y niñas refugiadas (54%) que cualquier otra región.

Las nuevas estimaciones del ACNUR muestran que, entre las personas refugiadas y venezolanas desplazadas en el exterior, entre 2018 y 2020, nacieron alrededor de un millón de niñas y niños en calidad de personas refugiadas.[2] Muchos de ellos se enfrentan al riesgo de permanecer en el exilio durante años, algunos posiblemente por el resto de su vida.

Encontrar soluciones

 

Debido al cierre de las fronteras decretado por muchos Gobiernos durante largos períodos y a las restricciones en la movilidad interna, solo un número limitado de personas refugiadas y desplazadas internas pudo acceder a soluciones como el retorno voluntario o el reasentamiento en un tercer país.

Retornos

Unas 251.000 personas refugiadas pudieron retornar a su país de origen en 2020, con la asistencia de ACNUR o de forma espontánea. Esta es la tercera cifra más baja de la última década, y sigue una tendencia descendente en comparación con los dos años anteriores. Los impedimentos para el retorno en muchos países de origen incluyen la inseguridad constante, la ausencia de servicios esenciales y la falta de oportunidades de medios de vida.

Las personas refugiadas no son las únicas desplazadas por la fuerza que tienen problemas para acceder a soluciones. En comparación con 2019, un 40% menos de PDI (3,2 millones frente a 5,3 millones en 2019) pudieron retornar a su lugar de residencia, lo que dejó a millones de ellas en situación de desplazamiento prolongado. Casi la mitad de todos los retornos de PDI se concentraron en la República Democrática del Congo (1,4 millones).

Break down

© ACNUR/Luis Sanchez Valverth

Resentamiento

En la fase inicial de la pandemia, el ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) suspendieron las salidas de reasentamiento durante varios meses en medio de las restricciones fronterizas y de viaje en todo el mundo. Si bien estas actividades se reanudaron posteriormente, en 2020, solo 34.400 personas refugiadas fueron reasentadas en terceros países, dos tercios de ellas con la asistencia del ACNUR. Esta cifra, comparada con las 107.800 del año anterior, supone un drástico descenso del 69%, en un momento en el que se calcula que 1,4 millones de personas refugiadas necesitan reasentamiento.

39.500
casos de personas refugiadas presentadas por ACNUR a los Estados para su reasentamiento.

34.400
personas refugiadas admitidas para su reasentamiento durante el año en 21 países.

¿Qué sigue?

Con cifras que han aumentado a más de 82 millones, la pregunta ya no es si el desplazamiento forzado superará los 100 millones de personas, sino cuándo. Está claro que la necesidad de prevenir los conflictos y garantizar el acceso de las personas desplazadas a las soluciones nunca ha sido más acuciante que ahora. Los primeros meses de 2021 han ofrecido un destello de esperanza, incluso cuando los conflictos y los desplazamientos continúan en muchas partes del mundo. El anuncio del Gobierno de los Estados Unidos de admitir más personas refugiadas reasentadas, hasta 62.500 en 2021 y hasta 125.000 en 2022, ofrecerá soluciones a una mayor cantidad de las personas refugiadas más vulnerables del mundo, especialmente si otros países siguen su ejemplo. Otro paso positivo es el anuncio del Gobierno de Colombia, en febrero de 2021, de conceder el estatuto temporal de protección a más de un millón de personas venezolanas. Se necesitan muchos más gestos de solidaridad y responsabilidad compartida para satisfacer los derechos, las necesidades y, en la medida de lo posible, las esperanzas de las personas desplazadas en todo el mundo, y también para hacer realidad la visión del Pacto Mundial sobre los Refugiados.

Nota:

Las cifras de este informe se basan en los datos proporcionados por los Gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y ACNUR. Las cifras están redondeadas a la centena o al millar más cercano. Dado que durante el año puede haber algunos ajustes en el buscador de datos de refugiados del ACNUR, las cifras de este informe deben considerarse provisorias y sujetas a cambios. A menos que se especifique lo contrario, el informe no se refiere a los acontecimientos ocurridos después del 31 de diciembre de 2020.

1. Esta cifra incluye a las personas venezolanas refugiadas, desplazadas en el extranjero y solicitantes de asilo registradas en las estadísticas del ACNUR. No incluye a otras personas venezolanas más allá de la región de América Latina y el Caribe.

2. Se refiere a las personas refugiadas y venezolanas desplazadas en el extranjero.

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