Emergency

What is UNHCR doing to help?

UNHCR is working across El Salvador, Guatemala, and Honduras to protect people displaced by violence, persecution, and climate shocks. In coordination with governments, UN agencies, and over 100 partners, UNHCR provides life-saving assistance, legal aid, mental health support, and livelihoods programmes to help displaced people rebuild their lives.

In 2024 alone, UNHCR supported over 28,000 people through mobile units and assistance centres in Guatemala, provided cash and emergency shelter to thousands of at-risk individuals in Honduras, and strengthened reception conditions at 15 shelters hosting 2,500 people monthly. Specialized services reached survivors of gender-based violence, while community-based peacebuilding initiatives promoted long-term integration and resilience.

Across the subregion, UNHCR also trains frontline workers, supports asylum systems, and advocates for durable solutions and the protection of vulnerable groups, including women, children, and returnees.

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¿Qué ocurre en Siria y en los países vecinos?

La situación en Siria sigue siendo incierta e inestable; de hecho, el Secretario General de la ONU y ACNUR insisten en que la paz y el orden deben imperar en el cambio de gobierno. Millones de personas sirias desplazadas en el país y en la región observan lo que ocurre en Siria para poder tomar una decisión con respecto a su retorno.

Las necesidades humanitarias en Siria han llegado a niveles nunca antes vistos debido a una crisis que, previo al derrocamiento del gobierno anterior, había durado más de trece años, trayendo consigo la destrucción de los hogares y la infraestructura, así como el colapso de la economía. Aunado a ello, ciento de miles de libaneses y sirios refugiados no han tenido más opción que cruzar la frontera de Líbano con Siria debido a la intensificación de los ataques de Israel contra Líbano; esto se ha traducido en el empeoramiento de una situación que ya era compleja.

En toda la región, millones de personas sirias refugiadas han caído en situación de pobreza extrema por el menguante apoyo de la comunidad internacional, que también ha incrementado la presión sobre los países y las comunidades que durante más de una década han dado generosa acogida a los refugiados (particularmente, Türkiye, Líbano, Jordania, Irak y Egipto).

¿Qué está haciendo ACNUR para ayudar?

ACNUR se ha mantenido en el terreno en Siria, con el compromiso de permanecer y cumplir. En sitios en los que la situación de seguridad es estable, ACNUR ha retomado actividades para llegar a quienes más ayuda necesitan.

En todo el país, como parte de la respuesta interagencial, ACNUR ha estado monitoreando el desplazamiento para identificar la cantidad y la ubicación de las personas desplazadas; evaluar las necesidades que hay en los centros de recepción; y brindar apoyo vital, que incluye agua, alimento, kits de dignidad, artículos para el hogar y asistencia médica sin costo.

Los centros comunitarios que reciben apoyo de ACNUR han reabierto sus puertas en la ciudad de Alepo; a la par, en otras áreas también brindan atención médica, ofrecen asesoramiento y gestionan casos. Además, canalizan a las personas que así lo requieren para que, al interior de la comunidad, reciban alimentos, artículos de ayuda y apoyo humanitario de otro tipo.

ACNUR no ha dejado de brindar asistencia humanitaria vital a las personas sirias refugiadas en los países vecinos; de manera específica, distribuye ayuda en efectivo para que las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad puedan adquirir medicamentos y cubrir otras necesidades básicas. Asimismo, les proporciona estufas y combustible para generar calor, aislamiento térmico para las casas de campaña, cobijas térmicas y ropa de invierno.

Para garantizar una respuesta coordinada en los países en los que se encuentra el mayor número de personas refugiadas, ACNUR y PNUD colideran el Plan Regional para los Refugiados y la Resiliencia (3RP, en inglés), que coordina los esfuerzos de más de 270 socios para apoyar las medidas nacionales en Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Türkiye.

En un momento tan trascendental para Siria y para toda la región, es imperativo que la comunidad internacional brinde mucho más apoyo para garantizar que millones de personas abatidas por el sufrimiento reciban la ayuda que necesitan urgentemente. ACNUR insta a los donantes a actuar para que la organización y sus socios cuenten con recursos suficientes para responder con celeridad y eficiencia, incluso en los países vecinos en los que aún viven millones de personas refugiadas.

Para obtener más información sobre la labor de ACNUR en Siria, visita el sitio de ACNUR en Siria.

Millones de personas están siendo forzadas a abandonar sus hogares debido al mortífero conflicto armado entre las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF, en inglés) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, en inglés), un grupo paramilitar. Los desplazamientos también se deben al resurgimiento de la violencia intercomunitaria en la región de Darfur. Desde que se desató la violencia el 15 de abril de 2023, la población civil lucha por sobrevivir a bombardeos, ataques, violencia sexual, hambruna y brotes de enfermedades. Millones de familias han tenido que huir, en más de una ocasión, para buscar asistencia y solicitar protección.

Muchas de ellas están llegando a zonas apartadas, donde es inmensa la presión sobre los servicios para asistirles. Mujeres, niñas y niños componen la mayor parte de estos desplazamientos, junto con otros grupos en situación de vulnerabilidad, como personas mayores, personas con discapacidad y personas enfermas.

Las hostilidades han disminuido en Jartum, la capital, y en otras áreas urbanas, lo cual ha permitido que las personas refugiadas y desplazadas reciban la asistencia que no había podido llegar a ellas durante dos años. Sin embargo, los fuertes enfrentamientos en el estado de Darfur del Norte han provocado desplazamientos a gran escala, incluso desde los campamentos de Zamzam y Abu Shouk, donde residen personas desplazadas internas.

La infraestructura esencial ha colapsado en algunas partes del país, y es muy limitado el acceso a servicios básicos, como agua, albergue y atención médica. Los graves índices de inseguridad alimentaria afectan a millones de niñas y niños, y la hambruna está por apoderarse de una docena de regiones. De hecho, ya se han confirmado condiciones de hambruna en áreas a las que las agencias de ayuda no han conseguido tener acceso.

Los equipos de emergencia de ACNUR han estado colaborando estrecha e incansablemente con las autoridades y con otros socios para apoyar a las personas recién llegadas en los países vecinos (entre ellos, Chad, Etiopía, República Centroafricana y Sudán del Sur). Además, la organización ha estado brindando asistencia vital y está reubicando a las personas refugiadas recién llegadas, enviándolas a campamentos nuevos o existentes lejos de las fronteras. Por desgracia, estos esfuerzos peligran a causa de los recortes en la financiación del sector humanitario a nivel global.

De las personas sursudanesas refugiadas que vivían en Sudán previo al conflicto, más de 800.000 han retornado a su país de origen. ACNUR ha estado trabajando codo a codo con las autoridades locales para establecer centros de tránsito cerca de la frontera y para ayudar a las personas retornadas a llegar a las áreas de las que provienen, o bien para reubicarlas en asentamientos de refugiados existentes o de reciente creación.

Mientras tanto, en Sudán, en la medida en que la situación de seguridad lo permite, ACNUR ha estado brindando asistencia a las personas refugiadas y desplazadas internas, proporcionándoles albergue, atención médica, apoyo psicosocial, protección, ayuda en efectivo y artículos no alimentarios.

Considerando que el conflicto en Sudán está teniendo cada vez más repercusiones en la región, ACNUR ha estado colaborando con los gobiernos de acogida para coordinar un plan de respuesta regional que involucra a 111 socios (entre ellos, agencias de la ONU, organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales, y grupos de la sociedad).

ACNUR está trabajando también para intensificar la respuesta en la emergencia de Sudán con sus socios de desarrollo. A través de la Plataforma de Acción para el Desarrollo para la Crisis Regional de Sudán se consolidan datos, evidencia y análisis para apoyar a los actores de desarrollo en la región y promover su trabajo, y para mejorar las condiciones de vida de las personas refugiadas y retornada, y de las comunidades de acogida.

Le conflit armé meurtrier entre les forces armées soudanaises et les forces paramilitaires de soutien rapide au Soudan, ainsi que la reprise des violences intercommunautaires dans la région du Darfour, ont contraint des millions de personnes à fuir leur foyer. Depuis que les violences ont éclaté le 15 avril 2023, de nombreux civils ont été tués, tandis que des centaines de milliers de familles ont été déracinées et ont un besoin urgent de protection et d'assistance.

Nombre d'entre elles se retrouvent dans des zones frontalières isolées, où elles ne trouvent que très peu de ressources susceptibles de leur venir en aide. La plupart des personnes déracinées sont des femmes et des enfants, ainsi que d'autres personnes vulnérables telles que les personnes âgées, les personnes en situation de handicap ou les personnes souffrant de problèmes de santé.

Les violents combats qui ont eu lieu récemment dans le centre de l'État d'Al Jazirah et dans la région du Darfour occidental ont forcé des centaines de milliers de personnes supplémentaires à fuir leurs foyers. Les sites abritant les personnes déplacées n'ont pas échappé à la violence, et la saison des pluies a rendu la situation encore plus difficile en contribuant à l'apparition de foyers de choléra et de paludisme.

Les infrastructures vitales ont été réduites à néant et l'accès aux services de base, tels que l'eau potable, les soins de santé et les abris, est très limité.

Des millions d'enfants sont confrontés à des niveaux élevés d'insécurité alimentaire et plus d'une douzaine de régions sont au bord de la famine. Dans le camp de Zamzam, au nord du Darfour, où les organisations humanitaires ont eu du mal à accéder, une situation de famine a déjà été confirmée.

Que fait le HCR pour venir en aide aux populations affectées ?

Les équipes d'urgence du HCR travaillent 24 heures sur 24 avec les autorités et leurs partenaires pour venir en aide aux nouveaux arrivants dans les pays voisins du Soudan, y compris le Tchad, la République centrafricaine, l'Ethiopie et le Soudan du Sud. Le HCR fournit une aide vitale et transfère les réfugiés nouvellement arrivés dans des camps existants ou dans de nouveaux camps situés loin des frontières.

Environ 800 000 réfugiés sud-soudanais qui vivaient au Soudan avant le conflit sont rentrés dans leur pays. Le HCR travaille en étroite collaboration avec les autorités locales pour gérer les centres de transit près de la frontière et pour soutenir les rapatriés qui souhaitent poursuivre leur voyage vers leur région d'origine.

Parallèlement, au Soudan, le HCR vient en aide aux réfugiés et aux personnes déplacées internes en leur fournissant des abris, des soins de santé, un soutien psychosocial, une protection, une assistance en espèces et des articles non alimentaires, dans la mesure où les conditions de sécurité le permettent.

Afin d'accroître cette assistance, le HCR travaille avec les gouvernements hôtes pour coordonner un Plan d'intervention régional (en anglais) impliquant 140 partenaires, dont des agences des Nations Unies, des ONG nationales et internationales et des groupes de la société civile, afin de porter assistance aux réfugiés, aux rapatriés et aux ressortissants de pays tiers dans cinq pays limitrophes.

What is UNHCR doing to help?  

UNHCR emergency teams have been working around the clock with authorities and partners to support new arrivals in countries neighbouring Sudan, including Chad, Central African Republic, Ethiopia, and South Sudan. UNHCR is providing life-saving assistance and relocating newly arrived refugees to existing and new camps away from overcrowded makeshift sites at borders, but global cuts in humanitarian funding are putting these efforts at risk.

Around 800,000 South Sudanese refugees who had been living in Sudan before the conflict have returned to their country. UNHCR is working closely with local authorities to run transit centres near the border and to help returnees who wish to travel onwards to their home areas or relocate to new and existing refugee settlements.

Meanwhile, inside Sudan, UNHCR is assisting both refugees and internally displaced people with shelter, health care, psychosocial support, protection, cash assistance and non-food items, as the security situation allows.

With the growing impact of the conflict on the region, UNHCR is working with host governments to coordinate a regional response plan with 111 partners, including UN agencies, national and international NGOs, and civil society groups, to assist refugees, returnees, and third-country nationals in seven countries.

UNHCR is also working with development partners to scale up action in response to the Sudan emergency. The Development Action Platform for the Sudan Regional Crisis consolidates data, evidence and analysis to promote and support development actors across the region, to improve the lives of refugees, returnees and the communities hosting them.

Bien que les nouveaux déplacements liés au conflit aient diminué ces dernières années, l'Afghanistan est confronté à l'une des plus grandes crises humanitaires au monde. Plus de la moitié de la population a besoin d'une aide humanitaire, le système de santé s'effondre, les effets grandissants du changement climatique exacerbent la pauvreté et l'insécurité alimentaire, et les femmes et les filles voient l'exercice de leurs droits fondamentaux, notamment le droit à l'éducation et au travail, considérablement limité.

Les Afghans constituent l'une des plus grandes populations de réfugiés au monde. Près de 90 % d'entre eux sont accueillis en Iran et au Pakistan. Entre la mi-septembre 2023 et la mi-mars 2024, plus de 531 000 Afghans sont rentrés dans leur pays depuis le Pakistan, la plupart d'entre eux suite à l'annonce par le gouvernement pakistanais qu'il expulserait les ressortissants étrangers sans-papiers vivant dans le pays. Le retour soudain de centaines de milliers d'Afghans a encore aggravé la crise humanitaire qui frappe le pays, et se fait sentir sur les ressources déjà très limitées des communautés les plus vulnérables. Le HCR est venu en aide à quelque 94 000 rapatriés depuis janvier 2023.

Comment le HCR apporte-t-il son aide ?

Le HCR s'est engagé à rester sur place et à fournir une aide en Afghanistan afin de protéger les plus vulnérables et d'assister les Afghans en leur fournissant des services de protection essentiels - en particulier pour les femmes et les filles -, des abris, des articles de première nécessité, une assistance en espèces, la mise en œuvre de projets communautaires et une aide psychosociale.

Nous soutenons également des programmes, y compris en matière de moyens de subsistance et de formation, visant à encourager l'autonomie, la résilience et la cohésion sociale, et à créer les conditions nécessaires pour trouver des solutions durables au problème du déplacement.

Le HCR fournit également une aide ciblée pour l'hiver, notamment des couvertures, des poêles, des kits d'isolation et un appui pour le chauffage, ainsi qu'une aide d'urgence en réponse à des catastrophes telles que les tremblements de terre qui ont frappé la province d'Herat en octobre 2023.

Pour venir en aide aux réfugiés qui rentrent des pays voisins, le HCR propose des conseils juridiques, des contrôles de santé, une assistance en matière de santé mentale et des allocations en espèces.

Une aide humanitaire accrue est nécessaire de toute urgence pour protéger et aider les Afghans contraints de fuir.